COLECTIVO DE MUJERES DEL CHACO AMERICANO
CERRITO, PARAGUAY
7 DE JULIO 2023
PISAMOS TODAS UN MISMO TERRITORIO
Somos conscientes de que nuestra tierra es una y aunque venimos de distintas latitudes del sur global pisamos todas un mismo territorio que es nuestra casa, el Planeta Tierra. Caminamos por el Gran chaco americano, la amazonia, el cerrado, el pantanal y África.
Somos las que habitamos en conexión íntima con el territorio y muchas veces sanamos a la tierra. Somos abuelas madres, hijas, nietas, mujeres diversas; indígenas, campesinas y urbanas. Somos hijas de la lucha, defensoras de la vida. Somos productoras y movemos la economía. Somos las líderes de hoy y las de mañana transformando nuestras realidades. Somos movimiento, potencia y fuerza. Somos tejedoras de propias redes. Somos colectivo en acción.
Nuestros conocimientos sobre los procesos climáticos y ambientales son diversos, profundos y antiguos porque somos depositarias de los saberes ancestrales y somos quienes trabajamos más cerca de los recursos naturales que son impactados por el clima.
Desde esta diversidad de saberes y territorios construimos nuestras cosmovisiones, una propuesta de agenda de justicia y acción climática.
NOSOTRAS DECIMOS QUE
Que nuestra vida está en nuestros territorios.
Decimos que tenemos en frente desafíos urgentes. La necesidad de tomar conciencia de que estamos frente a una crisis global, más que una crisis de la naturaleza y climática, estamos frente a una crisis sistémica que nos presenta desafíos éticos a nivel global. Con la urgencia de pensar otras formas de sentir y vivenciar el vínculo con el territorio para sanarlo y restaurarlo.
Decimos que el cambio climático se siente en nuestras comunidades, se siente en el cambio de las épocas de plantación, floración y cosecha; en las sequías cada vez más prolongadas, en las temperaturas extremas. Lo sentimos en los ríos que se secan, en la degradación de la flora y la fauna. Esto repercute en nuestra alimentación, en la salud y el cuidado de nuestros cuerpos.
Decimos que nosotras, las mujeres, somos las más afectadas por el cambio climático y lo sentimos con una recarga de las tareas de cuidado. No sólo cuidamos de nosotras, también somos cuidadoras de las semillas, las aguas, los bosques.
Decimos que el cambio climático pone en riesgo nuestras formas de vida y comunidades, profundizando las condiciones de pobreza y desigualdad históricas. Trayendo desarraigo, migración, pérdida de identidad y con ello el aumento de la violencia de género. La violencia hacia nuestros territorios provoca degradación de las formas tradicionales de organización familiar y comunitaria, sobrecarga en las mujeres e impacto en la salud mental de las poblaciones.
Decimos que sin territorio no hay comunidad posible. Los conflictos por la tierra siguen agravándose. La tenencia y titulación de las tierras sigue siendo una deuda de los estados. Los territorios comunales e indígenas están siendo avasallados. Con promesas de desarrollo sostenible que no se han cumplido, los estados y las empresas han avanzado dejando contaminación, deforestación y división entre los pueblos.
Decimos que sin agua no hay vida ni producción posible. Estamos frente al gran desafío de la escasez de agua, la contaminación de los recursos hídricos, la falta de agua potable. El cambio climático pone en riesgo la seguridad alimentaria de nuestras familias. La producción y las economías comunitarias se ven comprometidas por la disponibilidad de nuestras materias primas y con ello la producción de nuestras artesanías, el cuidado de nuestros animales y nuestros medios de sostenibilidad de la vida.
Decimos que con la pérdida de la biodiversidad se van acabando nuestras medicinas naturales, poniendo en riesgo el sistema de salud propio. Que la salud pública en nuestros territorios es insuficiente y muchas veces inaccesible.
Nosotras decimos que es necesario romper el aislamiento y acortar las distancias con el uso de tecnologías. Entendemos que el acceso a la conectividad y la tecnología es un derecho humano. Sufrimos la falta de inversión pública y privada para garantizar el acceso a la conectividad y acortar las brechas digitales.
Decimos que nuestros pueblos no son los causantes del cambio climático, que tenemos responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Decimos que las soluciones al cambio climático existen y las líderes del sur global estamos enfrentando este desafío que también implica redoblar esfuerzos para proteger los derechos de las mujeres.
NOSOTRAS PROPONEMOS QUE
Necesitamos avanzar hacia la gobernanza de los recursos naturales y bienes comunes de nuestros territorios. Y que se reconozca el rol fundamental de las mujeres como garantes de este proceso.
Proponemos el monitoreo de las políticas socio ambientales, promoviendo la participación de los pueblos en su diversidad. La formación continua de mujeres jóvenes como monitores ambientales locales, para la protección de los bosques y territorios. Formación política de nuestras bases y empoderamiento económico de las mujeres y jóvenes.
Que se respeten las áreas protegidas como medios de vida. Recuperar y proteger las plantas y semillas nativas. Tener un espacio seguro para vivir, producir y alimentarnos y alimentar a nuestras futuras generaciones. Visibilizar el rol de la mujer en el cuidado de nuestro territorio. Diseñar estrategias para el cumplimiento de las normativas ambientales para la protección de las comunidades y bosques.
Visibilizar y valorar el rol de las mujeres en la construcción de cadenas productivas resilientes y equitativas, con y desde los territorios. Impulsar los espacios de diálogo colaborativo para la construcción de soluciones y/o alternativas que nos ayuden a enfrentar los desafíos del cambio climático desde la perspectiva de los territorios y las mujeres. Salir de la dicotomía de desarrollo vs conservación. Las soluciones climáticas a nuestros problemas están en nuestros territorios.
Nosotras proponemos la utilización de tecnologías digitales para la transformación social, generando apropiación estratégica de las Tecnologías de la Información y Comunicación TIC. Que estas herramientas nos faciliten un mejor mapeo y gestión de nuestros territorios, sistemas de alerta temprana, levantar nuestras voces, gestionar emergencias, comunicarnos y fortalecer nuestras redes.
Proponemos la recuperación de la medicina ancestral. Institucionalizar nuestras prácticas de salud tradicional a partir del reconocimiento de nuestros saberes.
Recuperar los espacios de educación no formal, la educación de la ronda con las abuelas y los abuelos, la ronda de los saberes y de las experiencias de vida. La importancia de mantener la lengua materna, pero con un enfoque de incorporar también las otras lenguas que nos conectan con el mundo. Una construcción genuina de la currícula, que reconozca la diversidad e incorpore la educación ambiental en una educación crítica y liberadora.
DEMANDAMOS
Apoyo para la titulación y/o regularización de los títulos de propiedad comunitaria. El debido cumplimiento de los procesos de consultas previas libres e informadas en proyectos de desarrollo e infraestructura que afecten nuestras vidas y comunidades.
Hoy muchas de nuestras compañeras son amenazadas en el ejercicio de la defensa de los bienes comunes, nuestra solidaridad con ellas exigiendo el cumplimiento de los derechos humanos.
Inversión pública y privada de infraestructura para el acceso al agua como pozos, sistemas de captación de agua. El cuidado de los recursos hídricos, monitoreo de la contaminación.
Financiación climática acorde con nuestras visiones y potencialidades, que nos permita proteger y adaptarnos mejor a los cambios que enfrentamos en nuestros territorios y que contemplen los factores de riesgo. Fondos verdes para soluciones locales.
HACEMOS UN LLAMADO A LA ACCIÓN
A los líderes globales y locales para que nos escuchen y hagamos frente a este gran desafío que es el cambio climático.
Hacemos un llamado a la unidad de pueblos, países y naciones para la defensa, cuidado y protección del ambiente. Hacemos un llamado a nuestras organizaciones y aliados globales a construir estrategias comunes para implementarlas.
Seguiremos alzando nuestras voces hasta que seamos escuchadas abriéndonos camino en los espacios de toma de decisión. Seguiremos trabajando en pos de la autonomía de nuestros territorios consolidando nuestros sistemas de gobernanza, vigilando el cumplimiento pleno de nuestros derechos y el cuidado del ambiente, exigiendo justicia climática para nuestros pueblos del sur global.
Soñamos con un futuro de igualdad entre hombres y mujeres en una tierra sana y floreciente con la mirada puesta en los jóvenes y las generaciones venideras, sobre todo invitamos a seguir trabajando y luchando para alcanzar nuestros sueños.
NUESTRO TERRITORIO ES NUESTRA CASA
Link al PDF del pronunciamiento: https://drive.google.com/file/d/1j943t6VLn04ZGEsb7LvwPQGmx_T3BbXu/view?usp=sharing