La construcción de un espacio comunitario es para las Mujeres Ñandeva la recuperación de su territorio ancestral. Actualmente, la Comunidad de Loma se encuentra en resistencia ante la invasión a sus territorios. Por ende, un techo implica sombra, arraigo, organización, unión y comunidad.
Las mujeres organizadas y la comunidad hacen uso de este tinglado, en el que se llevan a cabo reuniones, se encaminó un taller de costura (se acordó enviar dos mujeres para capacitación en costuras en la ciudad de Mariscal Estigarribia) y se avanza en la producción de alimentos y la renta de los excedentes (estableciendo una feria en la frontera con Bolivia).
El logro más importante es la resistencia de las familias dentro de sus tierras a pesar de la persecución, amenazas de muerte, campaña comunicacional de desprestigio. Hoy la comunidad fue premiada por su persistencia en la lucha, por dos entidades de carácter académico y alcance nacional. Toda la comunidad se ve afectada a no poder hacer uso de su territorio y con constantes amenazas sobre sus miembros. Las mujeres organizadas en mujeres Ñandeva son miembras activas de la comunidad.